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El altar mayestático del Xantolo Huejutla 2025

Mural vivo de la eternidad huasteca

REPORTAJE XANTOLO

Por Trapiche Digital

Octubre 31, 2025

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El altar mayestático del Xantolo 2025:

mural vivo de la eternidad huasteca

Por José R. Martínez Enríquez

Trapiche

Huejutla de Reyes, Hgo.– De pie, como un canto petrificado al alma de un pueblo, se levanta el altar mayestático del Xantolo 2025, una creación monumental que conjuga arte, fe y memoria en una sola respiración colectiva. Erigido sobre más de 1,600 metros cuadrados, este santuario visual no solo honra a los muertos: los convoca.

Entre pasadizos y escalinatas cubiertas de palmilla, flores, velas y rosarios de cempoalxóchitl, el visitante se adentra en un universo simbólico que huele a copal, suena a son huasteco y palpita con la emoción de quienes saben que la muerte, en Huejutla, no termina la vida: la completa.

Detrás de esta obra se extiende el mural explicativo, un mapa espiritual que revela la cosmogonía del altar y que, con su lenguaje plástico, traduce en imágenes la cosmovisión milenaria del pueblo huasteco.

Entre luces, flores y sombras, el Altar Monumental del Xantolo 2025 se alza como un poema visual que desafía al olvido. Es más que una ofrenda: es la síntesis espiritual y artística de un pueblo que ha hecho de la muerte un motivo de celebración, de memoria y de arte.

Este coloso cultural se extiende como un tapiz vivo, donde cada color, cada textura y cada símbolo dialogan con el visitante, contándole la historia de una fe que no se apaga ni con el viento del otoño ni con el paso de los siglos.

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El mural que narra la cosmovisión huasteca

A espaldas de la majestuosa obra que se eleva frente a la Presidencia Municipal, un mural gigante se aprecia como guía y explicación del altar, descifrando sus símbolos y su sentido profundo.

Ahí, la creatividad trascendente de los diseñadores gráficos se convierte en lenguaje visual, entrelazándose con los trazos, relieves y pigmentos para revelar el espíritu de este año: el maíz, origen y destino, sustento de la tierra y del alma.

Las figuras colosales que

dominan la escena son tres:

1. El hombre que desgrana mazorcas, mitad vida, mitad muerte, recordando que del maíz venimos y a él regresamos.

2. La mujer huasteca, guardiana de los saberes antiguos, cargando tamales y el popoxcomitl —copalero sagrado—, símbolo de la unión entre lo humano y lo divino.

3. Cuatro velas rodeadas de mazorcas, representación de las variantes del maíz y de los cuatro rumbos del universo, donde habitan las almas que regresan en Xantolo.

Al develarse el significado simbólico… metafísico, de esta obra cumbre, se hace la luz: cada figura, cada color y cada ofrenda se revelan como puertas al mito, umbrales sagrados donde el arte deja de ser materia para convertirse en revelación espiritual. En ese instante, el altar deja de ser estructura para volverse conciencia viva, un espacio donde la memoria, la fe y la belleza dialogan con lo eterno.

… Es arte, pero también plegaria. Es una enciclopedia espiritual que se lee con los ojos, pero se entiende con el corazón.

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El arte como legado

El Altar Monumental del Xantolo no es una obra simulada, etérea, sino la culminación de una visión. Desde su concepción, se ha consolidado como el legado del alcalde Alfredo San Román Duval, quien logró convertir la celebración en una experiencia turística, cultural y artístico de dimensiones épicas, digna de la grandeza huasteca.

Bajo su impulso, Huejutla no solo preserva sus tradiciones, sino que las proyecta al mundo con un lenguaje contemporáneo y profundamente identitario. Cada año, el altar crece, se reinventa y se afirma como un símbolo de unidad y de orgullo para toda la región.

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P.D.

Donde la muerte florece

En Huejutla, la muerte no asusta: inspira. Por las calles, el aire huele a flor de muerto y a copal; las cuadrillas de viejos bailan con máscaras y sones xantoleros; las casas abren sus puertas para compartir pan, tamales y recuerdos.

Del 31 de octubre al 2 de noviembre, la ciudad se transforma en un santuario vivo, donde el arte, la fe y la tradición se funden en una sola ofrenda colectiva.

Porque aquí, en la capital del alma huasteca, no le tememos a los muertos: les ofrendamos.

Y en cada pétalo, en cada nota de violín, en cada mirada que se alza al altar monumental, late la certeza de que el Xantolo es eterno. ✨