Por Trapiche Digital
Octubre 19, 2025
Xantolo con alma y conciencia:
el llamado solidario de Alfredo San Román
Por José R. Martínez E.
Trapiche Digital
Huejutla, corazón de la Huasteca, vuelve a vestirse de flores, de incienso y de canto. Pero este año, entre los aromas del cempasúchil y el eco de los tambores que anuncian la llegada del Xantolo, se escuchó una voz que fue más allá de la tradición: la voz de la empatía y la unidad.
En Los Otates, una comunidad que simboliza el espíritu generoso de su gente, ante cientos de asistentes, el presidente municipal Alfredo San Román Duval pronunció un mensaje profundamente humano, que trascendió el marco festivo para convertirse en un acto de conciencia colectiva.
Su tono, cálido y cercano, no fue el de un político; fue el de un hermano que comprende el dolor de otros pueblos. Porque mientras en Huejutla se afinan las máscaras y se levantan los altares, en muchos rincones de Hidalgo y la Huasteca —Tepehuacán, Yahualica, Xochiatipan, Tlanchinol, Calnali, Molango, Tianguistengo— la tragedia sigue latiendo entre escombros, lodo y caminos rotos.

🌘 Donde el Xantolo se vuelve oración
El alcalde recordó el origen espiritual de esta celebración: agradecer a la Madre Tierra por los frutos y honrar a quienes partieron. Pero en su mensaje, la ofrenda se transformó en una plegaria viva por los que hoy enfrentan el hambre, el frío y la pérdida.
“Hoy debemos dar gracias porque estamos bien… pero también debemos mirar a quienes lo han perdido todo. Hay familias que llevan días sin comer. Les pido que nos ayudemos, que nos toquemos el corazón.”
No se trata solo de caridad, sino de humanismo solidario, de convertir la alegría en alimento, la música en abrigo, el baile en acción. En un gesto que honra la esencia huasteca, San Román invitó a la población a donar un kilo de arroz, de frijol, una prenda en buen estado, una herramienta… cualquier cosa que pueda levantar la vida de otra persona.

Un liderazgo que humaniza la política
El presidente fue claro: la ayuda no lleva su nombre, sino el del pueblo de Huejutla. Y en efecto, así ha sido en el respaldo solidario que ya se ha hecho llegar a cada comunidad donde se ha llevado la caravana de alimentos y demás enseres donados por la sociedad.
“No tengo que irme a parar el cuello a ningún lado. Las despensas llegan en nombre del pueblo de Huejutla, no de Alfredo San Román.”
Esa frase, sencilla y poderosa, resume una visión distinta del poder: la del servidor público que entiende que el liderazgo no se mide por la foto, sino por el gesto que transforma.
San Román no habló de cifras, habló de humanidad. No pidió aplausos, pidió empatía. Y en un contexto donde los reflectores suelen distraer del sufrimiento real, su llamado fue un recordatorio de que la política solo tiene sentido cuando se convierte en servicio.

🎭 Xantolo: la fiesta que une, no que separa
En esta edición del Xantolo, Alfredo San Román propuso recuperar el alma más profunda de la tradición: la hermandad.
El festival, dijo, debe ser una celebración que nos acerque, no que nos distraiga del dolor ajeno. Y mientras los artistas locales se preparan para ofrecer un Festival con Causa, el mensaje es claro: disfrutar sí, pero compartiendo.
“Cuando hacemos las cosas con gusto, con gratitud y con fe, Dios nos lo multiplica. Hoy más que nunca, el Xantolo debe servir para unirnos como pueblo.”

Un llamado que trasciende fronteras
En una región marcada por la fe y la resistencia, las palabras del alcalde no fueron un discurso, sino una semilla sembrada en la conciencia colectiva.
Porque cuando la alegría se mezcla con la empatía, nace algo más poderoso que cualquier celebración: la certeza de que somos una sola familia.
En Huejutla, el Xantolo no solo honra a los muertos. Este año, también honra la vida, la solidaridad y la esperanza.
Y así, mientras el incienso sube al cielo y el tambor retumba en la tierra, el mensaje queda grabado:
el verdadero espíritu huasteco no está en la fiesta, sino en el corazón que sabe compartir.